Ley de Parkinson vs Pareto – ¿cómo evitar que tu trabajo se estire como un chicle?

Ley de Parkinson vs Pareto cómo evitar que tu trabajo se estire como un chicle

Tranquilo, que no vamos a hablar de medicina.

Aunque esta ley se llame igual que la tristemente famosa enfermedad, no tiene mucho que ver.

Bueno, tanto la enfermedad como esta ley deben su nombre a un británico con el mismo apellido.

En este caso la Ley de Parkinson fue enunciada Cyril Northcote Parkinson.

Pero ¿qué es lo que dice la Ley de Parkintson?

Pues esta gran enemiga de la productividad dice que «el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización». En otras palabras, si te das una semana para hacer algo que podrías resolver en un día, misteriosamente te llevará toda la semana.

Y aquí viene lo peor: muchas veces ni siquiera te das cuenta de que estás rellenando tiempo con cosas totalmente irrelevantes. Estás tan ocupado “pareciendo ocupado” que te olvidas casi de lo que tenías que hacer realmente.

¿Por qué sucede esto?

¿El motivo? Los seres humanos no somos «tan eficientes» como nos gusta pensar.

La Ley de Parkinson se basa en varios sesgos psicológicos y comportamientos típicos:

  1. La procrastinación elegante: dejar lo importante para el último momento mientras “rellenas” el tiempo con tareas menos urgentes pero más agradables. Es como cuando de estudiante te dedicabas a poner los bolis en orden porque no querías estudiar.
  2. El perfeccionismo: Pasar horas afinando detalles irrelevantes en lugar de completar lo esencial. Esto pasa mucho por intentar «cerrar» perfecto un trabajo. Un refrán que me gusta mucho usar es ese de «lo perfecto es enemigo de lo bueno».
  3. La sobreplanificación: dedicar más tiempo a preparar el terreno que a ejecutar el trabajo. Otra típica forma de esquivar el trabajo duro y ponerse manos a la obra. La planificación es muy buena pero cuanto sólo te dedicas a planificar tampoco es práctico.

La Ley de Parkinson no es solo una observación casual. Tiene raíces en la forma en que gestionamos nuestro tiempo y nuestras prioridades. Digamos que son comportamientos bastante humanos en general.

1. La tendencia a llenar los vacíos

Los humanos odiamos la sensación de “vacío” en nuestras agendas. Por eso, si una tarea parece ocupar poco tiempo, nos autoengañamos añadiendo más pasos, detalles o revisiones innecesarias. Esto también tiene que ver con el concepto de trabajo superficial, tareas que parecen útiles pero no generan verdadero valor.

2. El efecto del plazo largo

Un plazo largo, aunque parezca ideal para evitar el estrés, puede ser contraproducente. Nos da la falsa sensación de que podemos “tomarnos nuestro tiempo”, lo que retrasa el inicio real del trabajo.

3. La trampa del perfeccionismo

Cuando tienes demasiado tiempo, tiendes a invertirlo en “perfeccionar” cosas que no lo necesitan. Cambiar colores, revisar formatos o buscar la imagen perfecta no siempre aporta valor al resultado final.

El antídoto contra la ley de Parkinson: Principio de Pareto

El Principio de Pareto, o la regla del 80/20, es el mejor antídoto contra la Ley de Parkinson. Este principio (como ya deberías saber si nos conoces) establece que el 80% de los resultados provienen del 20% de las acciones.

Si aplicamos esta regla, debemos centrarnos en identificar ese 20% de tareas clave que realmente generan impacto y minimizar o eliminar el 80% de actividades que solo rellenan nuestro tiempo.

Por ejemplo, a la hora diseñar un proyecto de marketing digital (que a eso nos dedicamos):

  • El 20%: crear una propuesta clara, definir objetivos SMART y crear una landing page con mensajes clave.
  • El 80%: revisar colores por cuarta vez, ajustar los márgenes de un banner, pasar horas viendo métricas irrelevantes o revisando las redes sociales.

Todo esto es personal y depende de cada proyecto pero creo que se entiende perfectamente lo importante que es aplicar Pareto para no caer en la trampa de la Ley de Pakinson y acabar rellenando tu tiempo que es casi lo mismo que malgastarlo.

Cómo evitar caer en la trampa de Parkinson

Aunque seguir el Principio de Pareto ayuda, hay otros métodos prácticos para no perder el tiempo en tareas innecesarias:

1. Fija plazos ajustados ⏳

No te des más tiempo del necesario. Si una tarea puede completarse en tres días, no te pongas una semana. Los plazos ajustados fomentan la concentración y te obligan a priorizar lo importante.

2. Define lo esencial 🔑

Antes de empezar cualquier proyecto, haz una lista de las tareas que realmente marcan la diferencia. Pregúntate:

  • ¿Qué necesita este proyecto para cumplir su objetivo?
  • ¿Qué pasos aportan valor y cuáles no?

Haz primero lo importante y deja el resto para más tarde o elimínalo.

3. Trabaja en bloques de tiempo 🕒

Divide tu jornada en bloques de 60 a 90 minutos. Dedica ese tiempo a una sola tarea, trabajando intensamente. Luego descansa. Esto no solo mejora la productividad, sino que evita que el trabajo se expanda más allá de lo necesario.

Menos Parkinson, más vida

Dominar la Ley de Parkinson no se trata solo de trabajar más rápido, sino de trabajar mejor. Se trata de aprender a priorizar, a diferenciar lo esencial de lo superficial y, sobre todo, a ganar tiempo para dedicarlo a lo que de verdad importa.

Porque al final, no se trata de cuántas horas pasas trabajando, sino de qué haces con esas horas que tienes.

¿Te ha pasado alguna vez?

Estoy seguro de que todos, en algún momento, hemos sido víctimas de Parkinson… pero juntos podemos aprender a vencerlo. 😉